Esta mañana me he desayunado con un artículo en el diario La Opinión de Murcia, en el que se entrevista a un tal Jaime Pérez (al que identifican como el Fernando Simón murciano, por ser el que da las cifras del coronavirus en esta Región) y, a una pregunta sobre la apertura de los salones de juego, responde así: «Estoy en contra del juego, pero no es peligroso porque no supone interacción social ni la retirada de la mascarilla«.
De ahí el título de este mi primer post en mi recién estrenado blog. No he entrado en un salón de juegos en mi vida y lo más cerca que he estado de un casino ha sido en el transcurso de un crucero. Por otra parte, no soy experto en enfermedades víricas, transmisión de enfermedades, epidemias y pandemia. Pero tengo claro que unos locales que se preparan con el único objetivo de que las personas que entren en ellos no sean capaces de saber si es de día o de noche, cerrados al máximo, llenos de mesas en las que se sientan alrededor grupos de personas que no se si «interaccionan socialmente», pero estoy seguro que físicamente si lo hacen, en tanto que están unos junto y/o frente a los demás.
No sé en que estudios y datos se basa este señor para hacer tal afirmación, pero por esa regla de tres no veo la necesidad de cerrar cines, teatros y salas de conciertos. Me puede contestar que en esas actividades hay mucha «interacción social», pero lo cierto es que hasta el día de hoy no se ha producido ningún contagio entre los asistentes, trabajadores y artistas que han podido llevar adelante su actividad en estos meses. Me pueden decir también que eso no está avalado por datos, aunque lo cierto es que, hasta el momento, ya son 3 los estudios que se han realizado sobre la propagación del virus en conciertos «masivos». Dos de ellos realizados en Alemania (por si hay alguna duda en cuanto a fiabilidad) y un tercero realizado en Barcelona (Sala Apolo).
El resultado de los tres estudios ha sido el mismo: ningún contagiado entre los asistentes (que lo hicieron con todas las medidas de prevención, claro). En el estudio de Barcelona el resultado es concluyente no hubo ningún contagio entre los 463 (si, han leído bien 463), mientras que en el grupo de control (496 que no accedieron a la sala pero se les hicieron las mismas pruebas que a los que si lo hicieron) hubo en el mismo período 2 contagiados.
En fin, no entiendo a nuestras autoridades, pero tengo claro que las decisiones no las toman en función de los datos y las evidencias científicas ni por el mejor interés de los ciudadanos. Ellos sabrán…
La cultura es segura. #culturasegura